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Cáncer de colon y actividad física: una relación clave para la prevención
- marzo 31, 2025
- Publicado por: Ainara Martínez
- Categoría: BLOG

El cáncer de colon es uno de los tipos de cáncer más comunes en todo el mundo y una de las principales causas de muerte relacionadas con el cáncer. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que la actividad física juega un papel crucial en su prevención y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes diagnosticados.
¿Cómo influye el ejercicio en la prevención del cáncer de colon?
La actividad física regular contribuye a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de colon por varios mecanismos:
Regulación del tránsito intestinal: El ejercicio ayuda a reducir el tiempo de contacto entre posibles agentes cancerígenos y la mucosa intestinal.
Reducción de la inflamación y el estrés oxidativo: La actividad física disminuye los niveles de inflamación crónica y mejora la respuesta antioxidante del organismo.
Control del peso corporal: La obesidad es un factor de riesgo importante para el cáncer de colon. Mantener un peso saludable mediante el ejercicio reduce este riesgo.
Regulación de hormonas y metabolismo: La actividad física ayuda a regular la insulina y otras hormonas que pueden influir en el crecimiento de células tumorales.
¿Qué tipo de actividad física es más beneficiosa?
Para la prevención del cáncer de colon, se recomienda combinar distintos tipos de ejercicio:
Ejercicio aeróbico: Caminar, correr, nadar o andar en bicicleta al menos 150 minutos a la semana.
Entrenamiento de fuerza: Ejercicios con pesas o resistencia dos veces por semana para mejorar la masa muscular y el metabolismo.
Actividades de flexibilidad y movilidad: Yoga o pilates pueden complementar la actividad física y mejorar el bienestar general.
Beneficios del ejercicio para pacientes con cáncer de colon
Para aquellos que han sido diagnosticados con cáncer de colon, la actividad física también puede ser una aliada importante durante y después del tratamiento:
Mejora de la tolerancia a los tratamientos: El ejercicio ayuda a reducir la fatiga y los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia.
Recuperación y calidad de vida: Mantenerse activo contribuye a una mejor recuperación, reduciendo la fatiga y mejorando el estado de ánimo.
Reducción del riesgo de recaída: Los estudios sugieren que el ejercicio regular puede disminuir la probabilidad de recurrencia del cáncer.
La relación entre el cáncer de colon y la actividad física es clara: el ejercicio regular es una herramienta poderosa tanto para la prevención como para la recuperación. Incluir hábitos saludables en la rutina diaria, como una alimentación equilibrada y la práctica de actividad física, puede marcar la diferencia en la lucha contra esta enfermedad.